Jesús siempre nos lleva por lugares únicos y maravillosos.
Saliendo de una misa de la Parroquia Cristo Salvador, leímos un cartel en el que pedían apadrinar a niños donando un juguete y una prenda de vestir. Se nos acercaron un grupo de voluntarias para hacernos la invitación y gracias a Dios pudimos hacerlo.
Gracias a ustedes, algunos niños pudieron disfrutar de sus peluches y polos de Cielo Abierto.
Dios nos permita seguir evangelizando y llegando a más lugares.
Dios siempre es bueno, muy bueno. ¡Cielo Abierto para todos!
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