Con la bendición de Jesús y nuestra mamita María, pudimos llegar nuevamente a Puno llevando una donación de peluches variados. La Institución Pública que alberga a niños de 3 a 20 años, con discapacidad severa fue la elegida. Gracias hermana en Cristo, Francisca Puma Riquelme por abrirnos las puertas y sus corazones.
Todos los alumnos estuvieron muy felices y agradecidos porque ese día que se reencontraron fue el inicio de sus clases presenciales después de dos años de ausencia debido a la pandemia.
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