Cielo Abierto se inició un 2 de noviembre del 2018. Un mes después de estar en el mercado, realizamos nuestra primera donación. Dios nos regaló este maravilloso lugar. El día que llegamos a CERCIL sentimos que nuestro corazón se arrugaba de tanto amor recibido. Confirmamos que ese lugar estaba destinado a iluminar vidas. Nunca pensamos que un peluche podía llevar tanta felicidad a una persona invidente o de baja visión. Ver a los integrantes de Cercil tocar, sentir y tratar de adivinar con algunos de sus sentidos que peluche tenían entre sus manos fue la respuesta de Dios para nosotras. Desde ese momento, supimos que Cielo Abierto llegaría a muchas personas, sin importar la edad, la condición social, el estado físico, la nacionalidad…
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