Una tarde sonó el celular para preguntarnos por el peluche del niño Jesús. Deseaban comprar algunos peluches para una donación. Nos compartieron que un grupo de voluntarias de Fraternidad Carcelaria del Perú asistían todas las semanas para visitar a las mujeres en la cárcel y poder evangelizarlas. Nos contaron que muchas reas daban a luz dentro y se quedaban con sus pequeños por algún tiempo. Luego, tenían que ser separados de sus madres. Fue en ese momento que Dios nos invitó a realizar nuestra segunda donación. Ingresar a la cárcel fue muy triste, pero ya dentro todo se transformó en felicidad. Confirmamos la existencia de Dios en cada mujer con su pequeño en brazos que recibía su peluche. En esta aventura se unió la autora Cristina Suero donando los cuentos » Una llegada al Cielo».
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